Si has notado que a medida que pasa el día el vientre se te va hinchando cada vez más, hasta el punto de que por la noche tengas barriga de embarazada, empieza a sospechar que tengas SIBO.

Uno de los síntomas más característicos del SIBO es hinchazón del vientre a medida que pasa el día, de modo que por la mañana te levantas de la cama con el vientre plano y a medida que va pasando el día va hinchándose hasta que por la noche llega a su máximo esplendor, llegando a confundirse con una barriga de embarazada. Esto no ocurre todos los días ni en la misma magnitud, pero es frecuente.  Además, esta hinchazón suele ir acompañada de dolor o al menos molestia por la presión y la distensión generada. Además, es frecuente que venga acompañado de diarrea, estreñimiento o episodios de estreñimiento/diarrea. Estos son solo algunos de los muchos síntomas que genera el SIBO.

Pero… ¿Por qué ocurre esto?

Como ya sabemos, el SIBO se origina cuando una o varias poblaciones de bacterias del intestino grueso colonizan (ocupan) parte del intestino delgado, es decir, consiguen mudarse al intestino delgado, donde tendrán más disponibilidad de alimentos, por lo tanto comerán más, se reproducirán más pero también producirán más desechos, entre ellos más gases.  Estos gases que se originan en el intestino delgado tiene difícil salida, ya que no pueden salir por la puerta de atrás por no tener suficiente fuerza para abrir la válvula ileocecal que es la puerta que separa intestino grueso de intestino delgado, ni tampoco pueden salir por la boca ya que no pueden volver al estómago por la misma razón. Por este motivo, estos gases quedarán atrapados y acumulados en intestino delgado, de modo que cada vez que comas, tus «bacterias ocupas» ( bacterias que deberían estar en el intestino grueso pero que se han colado en intestino delgado y se están hartando de comer), van a seguir generando gases y por lo tanto acumulándose en tu intestino, hinchándote el vientre.

¿Y entonces por la mañana?

Por la noche no comes, por lo que tu intestino tiene una tregua en la generación de gases. El gas originado por tus bacterias que has ido acumulando durante el día, va a ser transportado a los pulmones y expulsado a través de la respiración. Durante la tregua del ayuno nocturno, donde no se generan más gases, da tiempo a eliminar todo el gas acumulado (a veces puede ocurrir que no), al contrario que durante el día, que la velocidad de producción de gases es mayor que la de expulsión debido a que comes varias veces al día.  Gracias a que por la noche has podido eliminar el gas acumulado, por la mañana te levantas con el vientre plano, pero cuando vuelvas a comer, tus bacterias también comerán, harán su digestión y expulsarán gases como desecho (es decir, que comen y cagan, hablando en plata, sino que en este caso cagan gases).

¿De qué depende si tengo estreñimiento o diarrea?

Cuando tus bacterias ocupas comen, expulsan gases como producto de desecho de su digestión. Si el gas que produce es hidrógeno, el síntoma será diarrea, cuando el gas producido es metano, se produce estreñimiento. La producción de hidrógeno o de metano dependerá del tipo de bacteria que tengas, de hecho, el metano no lo producen bacterias, sino arqueas metanogénicas  (otro tipo de microorganismo). De este modo puedes tener SIBO positivo en hidrógeno, que suele cursar con diarrea, SIBO positivo en metano, también llamado IMO (Intestinal Methanogen Overgrowth), que cursa con estreñimiento o incluso podría ser el conocido como tercer SIBO que está formado por bacterias reductoras del azufre, dando lugar al gas sulfuro de hidrógeno, causante de que las flatulencias tengan un olor a huevos podridos.

¿Cómo detecto si tengo SIBO?

Para diagnosticar SIBO se hace con un sencillo test de aire espirado, donde tras tomar un sobre de lactulosa, se va soplando en un tubo de muestras cada 15 min durante 3 horas, recogiendo los gases que se expulsan. Un máquina leerá estos gases en función del resultado se sabrá qué tipo de gas y por lo tanto qué tipo de bacteria es la que está ocupando nuestro intestino y a partir de este diagnóstico, junto con los síntomas, haremos el tratamiento específico adecuado para acabar con las bacterias, regenerar el intestino, recuperar su funcionalidad y devolverlo a la normalidad lo antes posible.

Si quieres saber más, escríbeme y pídeme más información sin compromiso. Puedes hacerlo por email a angelsorianonutricionista@gmail.com y estaré encantado de ayudarte.